lunes, 1 de enero de 2007

PROCESO DE CRECIMIENTO EN SANTIDAD - 1ra parte

Esta ha sido la primera jornada de oración, reflexión y evaluación de la comunidad apostólica de Santa María, tuvo lugar en San Juan el 30 de Julio de 1989.


EL PROCESO DE CRECIMIENTO EN SANTIDAD. Los planes se nos trastocan porque Dios es el Dueño. Esto nos entra en la cabeza pero no en la vivencia. Dios me presenta algo nuevo, pero no entronca con facilidad en lo que tenía antes. Va a exigir que muera a algo en lo que me sentía a gusto. Huimos cuando nos damos cuenta de eso en la vida, en la persona, en la comunidad. Esto son las resistencias. Pero cuando he agarrado el hilo, el Señor vuelve y me sorprende con algo nuevo.

Haber escogido un proceso de crecimiento en santidad no es nada fácil porque siempre veremos que nuestros planes se nos vienen abajo. Nuestra tendencia natural es querer agarrarnos a lo seguro, así leo en la vida de Jesús. Las luces, la manera que teníamos es de la etapa anterior. Viene ahora una nueva; si estás en tu seguridad, te resistes, te aferras a las estructuras que tenías. Si no hay una fe fuerte buscas escapismos, huidas o aferrarte. Eso significa que la comunidad se está resistiendo al proceso de santidad. Si nos empeñamos en lo nuestro, vienen las discusiones, el encerrarnos, el escape.

¿Somos conscientes del proceso en que estamos?

Si sigues como antes entras en crisis. Las crisis personales se darán siempre y hay que saber como resolverlas para salir de ellas. Hay que hacer el esfuerzo de abrirte a la comunidad, no tenerlas solo, buscar ayuda; vas a morir a ti mismo.

Las estructuras encarnan los valores. Los valores son cosas que te atraen y te arrastran. Las maneras de aterrizar los valores son las estructuras; esto es momentáneo: la estructura está limitada por el tiempo. Pero si las estructuras se estabilizan, si no se cambian a tiempo, no ayudan a que se vivan los valores.

La formación como está estructurada ahora no está haciendo justicia a los valores que decía. No se está asumiendo como comunidad y, al no sentirnos responsables, la cosa no anda.

La praxis de la misión en la formación no se está dando: el que todos nos sintamos responsables de todos. No es cosa de los que saben… vengo a recibir... nadie tiene mucha experiencia de comunidad apostólica, todos vamos buscando. Todos tenemos vivencia y si no dialogamos, la cosa no anda. La cuestión de la pertenencia es un problema serio. Yo soy pertenencia de la comunidad y la comunidad es mía.

¿Yo vivo pendiente por qué no anda mi comunidad?

La misión es otra estructura. Como valor es hacer la obra del Padre. Esto tenemos que aterrizar y requiere distintas cosas según el querer del Padre; te va a cambiar y te va a dejar inseguro, lo cual es parte del proceso de santidad. Se te tiene que salir de las manos. Tú no puedes controlar la misión porque es de El. Si no vives en el Espíritu estás perdido. Si nuestra estructura está fija o te aferras a ella, no es del Espíritu.

Yo no hago diferencias entre fe y valores humanos. La fe implica crecer en todos los valores humanos. La persona que no crece en la fe tiende a encerrarse. Todo valor se vive si eres dócil al Espíritu, si no vives en el egoísmo. El que no se abre al Espíritu vuelve a vivir en su yo. El que entiende la pedagogía de Dios, crece en la fe y en valores humanos. Hay comunión de vida, bienes, visión; eso es consecuencia de la docilidad al Espíritu. No se puede crecer en lo humano si hay resistencia a la santificación.

¿Cuál es mi papel? Me siento responsable ante el Señor que la comunidad no se quede en lo suyo, cada persona en lo que le hace sentir a gusto. Si dejo que la comunidad esté a gusto, eso trae la muerte. Debemos entrar en el proceso de desadueñarnos de nuestro yo: de nuestras luces, trabajo, ideas...Si queremos un crecimiento radical no podemos tender a lo que nos hace estar a gusto; así el Espíritu se nos escapa. Es necesario, que la comunidad se haga responsable de su proceso de santificación. Esto implica morir continuamente y ayudar al hermano. Todo el mundo tiene algo que aportar, algo porque es desde la vivencia no desde el conocimiento, encontrarnos a mitad de camino, lo paraguayo y lo español... cada uno dando pasos para encontrarnos a mitad de camino.

No tengo gran claridad si soy el indicado para animarles como animador. Tiendo a crear dependencia, tal vez se necesite una persona con menos fuerza, menos experiencia para que la gente se sienta con más ganas de participar, para que se sienta que si no lo hacemos nosotros, no se hace.

He llegado a un límite que si la comunidad no toma conciencia de este proceso de santificación y asume esta pedagogía de Dios, yo no voy a poder seguir; depende de todos nosotros, porque no puedo dar luz, estirar, empujar, yo solo. Nuestros problemas son signos del proceso que estamos viviendo en este crecimiento.

Opción personal y comunitaria por el proceso de santidad.

Dios se adueña de mí, de nosotros. Ante la pedagogía de Dios "tus planes fracasan". Hay que tener una actitud muy de fondo que “como el grano de trigo que muere…" y dejarnos llevar por el Espíritu en la estructura, en lo personal, en el cambio de nuestra misión, de nuestras relaciones y criterios. Todo esto permite que el Padre haga su obra en nosotros. Esto es la misión.

Dios te cambia el plan: ¿te enojas o te pones apático? hay que tomar conciencia que "mi" plan va a fracasar: voy a morir a mi propia persona, mi manera de ser, de trabajar, de colaborar en la comunidad, de relacionarme con el hermano.

Santidad. Dios se adueña de mí y esto, en la práctica, es morir a lo mío para que salga lo de Dios. Dejarme guiar por el Espíritu en todo. Este es el proceso de santidad. Si entramos por él, el Padre hará su obra en mí. Como es difícil y duele mucho, cuando entramos en esto vienen los
Ø Escapismos
Ø Resistencias
Ø Falta de integración
Ø Falta de transparencia
Como vimos, han salido resistencias de todo lo que este proceso de santidad implica. Por ello tenemos que reflexionar sobre lo concreto.

1 comentario:

Mari Carmen E. dijo...

Gracias a Carolina, Oscar y Carlos por este trabajo. Releer este folleto me ha ayudado a resituarme, ya que estoy en un momento de dejar lo anterior y abrirme a lo nuevo que el Senor me presenta. Por ahora, solo personalmente los puedo usar, aquí está todo por hacer, el Senor lo irá haciendo.