lunes, 1 de enero de 2007

PROCESO DE EVALUACIÓN – TRANSFORMACIÓN

Fue el tercer encuentro de oración, reflexión y evaluación de la Comunidad Apostólica de Santa María. Dado en San Juan el 21 de Septiembre 1989.

PROCESO DE EVALUACIÓN – TRANSFORMACIÓN DE NUESTRA COMUNIDAD APOSTÓLICA, NUESTRA COMUNIDAD ZONAL Y NUESTRA PERSONA

MC 4, 11: ¿Cómo entramos en el Secreto del Reino? El secreto comprende una estructura social de fe: la comunidad de discípulos. Ahí se entiende y se apropia el Secreto del Reino: el obrar de Dios en Jesús.
Si nuestra formación o nuestra pastoral las hacemos solo con palabras, no le damos la estructura donde se puede hacer real. No nos podemos formar sólo dándonos consejo.
- Normas: las reglas de vida que la sociedad acepta.
- Valores: cosas importantes que le dan sentido a la vida y hacia lo que nos movemos.
Es necesario interiorizar estas cosas. La persona tiene que hacerlas suyas, si no, es cosa de fuera que se te propone, no anda. Jesús nos propone: “Ama a tu prójimo”. Así no más no sirve, has de hacerla tuya. ¿Como se logra esto? Estas cosas, normas y valores, se vuelven operantes a través de patrones de comportamiento y costumbres, moldes sociales, a través de los cuales operan los valores.

Las normas y valores son las exigencias operantes en el Reino: reglas de vida del Reino que están operantes a través de las maneras de actuar de Jesús. Las maneras de actuar de Jesús son reglas de vida, exigencias para nosotros. Estos son los patrones de comportamiento para nosotros. Este conjunto de normas, valores y patrones caracterizan un rol. En el Evangelio hay roles. Cuando las exigencias operantes se encarnan en las maneras de actuar de Jesús también hay un rol: el de seguidor. En la comunidad de discípulos roles e identidad personal desde la fe deben ir de la mano, aunque sólo en Jesús esta integración logra su perfección.

Jesús tenía su rol: ser Hijo del Padre. Tenía unas normas que se convertían en exigencias. Nadie se va a formar por palabras, por iluminación sino cuando entres en este rol de seguidor de Jesús. El conjunto de roles que se complementan forman la sociedad. A nivel del Reino hay también una estructura social; la comunidad apostólica donde hay una complementariedad de carismas. Ese ser seguidor de Jesús según los carismas tiene matices.

Cuando se da el estancamiento, se da el proceso de cambio (cambio de gobierno). Cuando algo no anda en la comunidad apostólica, también se da un proceso de cambio, de “conversión”. Si yo quiero saber cómo se es, para formarme tengo que tener patrones de comportamiento, entendiendo los valores que determinan esto y van siendo valores en mí.

En la comunidad apostólica yo tengo que tener maneras de actuar de Jesús claras; para poder ser seguidor de Jesús, debo ver esas exigencias reflejadas en modelos donde se viva la hermandad; imito pero se hace mío a través de la exigencia que también se hace propia. Hay sanciones cuando los roles no se llevan a delante. En el Reino no hay esas cosas y la sanción es la evaluación comunitaria donde se confronta, y la comunidad toma responsabilidad por esto y hace que este rol se viva. Tenemos maneras evangélicas para exigir que se viva como auténtico seguidor de Jesús. La comunidad me va a confrontar.

La hermandad exige complementariedad de roles, entonces hay una estructura social del Reino, hay toda una manera de vida. Sin ella todo se me queda en parábolas y nada se capta, no hay maneras de actuar que tú hagas tuyas. Estas fuera del secreto del Reino, fuera de la comunidad apostólica. Cuando llegamos a la comunidad apostólica traemos los patrones de la sociedad y tengo que hacer mías otras exigencias: las del Reino.

Esto se puede dar donde hay comunidad apostólica, donde me voy a formar y donde puedo hacer mío todo esto. Podré entrar en el secreto del Reino. La iluminación vendrá después de esto, apropiándome de los comportamientos y modo de vida de Jesús. Dentro de la comunidad apostólica será que podemos ser seguidores de Jesús y vivir mi rol. Si no formamos comunidades cristianas donde se vivan esas actitudes de Jesús, de balde hablaremos del Reino.

Cuando se siente que no anda la comunidad apostólica, ha de entrar en proceso de evaluación.

¿CÓMO EVALUAR NUESTRA COMUNIDAD APOSTÓLICA?

1ª- ¿Cuáles son las exigencias operantes en la comunidad apostólica? ¿Los valores que de veras están operando la manera de actual de la comunidad apostólica? ¿Qué nos mueve? Tenemos que tomar conciencia de ello y esto se descubre a través de la manera de actuar de Jesús, “el árbol se conoce por sus frutos.”

2ª- ¿Cuáles son las maneras de actuar en nuestra comunidad apostólica, los patrones de comportamiento?
A lo mejor hay que cambiar porque no es a la manera de Jesús y esto hay que verlo a nivel comunitario. Vamos a ver que hay detrás de todo esta manera de actuar de la comunidad apostólica.
-Una exigencia de Jesús?
-Una exigencia del mundo?

Necesitamos conversión: Fijarnos en las exigencias que deberían ser y en la manera de actuar que debería, esto es puro deseo. Se hace realidad si esto se vuelve entre nosotros ordinario, de cada día. El rol del seguidor de Jesús se va perfilando. No nos convertimos si vemos, sino si vivimos a la manera de Jesús. Para la conversión de cada persona necesita la conversión de la comunidad, porque es responsabilidad de la comunidad vivir las exigencias de Jesús. Socialización, cuando hago mío, apropio esta manera de actuar de Jesús, es decir: me estoy formando.

La iluminación clarifica pero ésta solamente, no. La vida se da y se clarifica: es lo que llamamos reflexión sobre la praxis.

Jesús decía, no tienen el contexto formativo los de fuera, por eso no entran en el secreto del Reino. El obrar viene primero y la iluminación, después, ambos se complementan. Para comenzar, no hablamos de hermandad sino meterte en contexto de hermandad. Hay que tener decisión de meterte en esto, si no, no te vas a formar. Decisión de vivir estas exigencias y esto que se haga evaluable. Hay que cuestionar ahora la comunidad apostólica. Ver las exigencias que a nivel comunidad apostólica se han apropiado, las conductas de la comunidad. Vamos a elegir las que son vitales, para que la comunidad apostólica sea radical en su proceso de seguimiento a Jesús.

Evaluación de la comunidad apostólica:

- A la luz de las exigencias, como proceso: ¿Dónde estamos?
- Mirar la manera de actuar de la comunidad Apostólica.
- Transformación: ¿Por dónde debemos ir?
- Exigencias vitales que deberían determinar la conducta de la comunidad apostólica, para que sea una comunidad en seguimiento de Jesús.
- ¿Qué conducta tiene que desprender de eso?

1. Leer las exigencias

2. A la luz de esas exigencias, examinar la conducta, el obrar del Reino, del mundo de nuestra comunidad apostólica para, así, descubrir las exigencias operantes (del Reino - del mundo) entre nosotros.
3. Decidir cuáles serían las exigencias vitales del Reino que deberían determinar la conducta (el obrar) de nuestra comunidad apostólica.
4. Clarificar qué conducta (obrar) de nuestra comunidad, concretaría, encarnaría esas exigencias vitales.
5. Puesta en común.

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