lunes, 1 de enero de 2007

HISTORIA DE FE DE LA CAF

Este folleto fue elaborado en Santa María el 14 de agosto de 1991.

HISTORIA DE FE DE LA CAF

Primera etapa 1986-1988

El 15 de mayo de 1986 las hermanas de la Compañía de María, reunidas en Santa María para preparar la celebración de los 10 años de fundación en Paraguay, se preguntan por el sentido profundo de su misión como congregación, en el aquí y ahora. Dios trabaja en lo oculto de todas, poniendo en sus corazones inquietudes, insatisfacciones y oscuridades.

El grupo de tres hermanas y Carlos de la Cruz que estaban en Santa María, desarrollaron el proyecto inicial: “Proyecto pastoral de formación de CEB con el campesinado paraguayo”, a la vez que trataban de hacerlo vida.

Este proyecto quedó sintetizado en cinco puntos fundamentales:
► Conversión
► Seguimiento radical de Jesús
► Comunidad Apostólica
► Discernimiento
► Inculturación

En la pastoral se inicia un proceso de sensibilización hacia las comunidades cristianas y comienza el proceso de formación de los animadores de estas futuras comunidades mediante retiros, homilías, etc.

Se va forjando la comunidad apostólica con la integración de las dos congregaciones. Esto exige vivir la hermandad compartiendo bienes espirituales y materiales.

Buscan juntos una pastoral que refleje la vivencia de la C.A. Esto trae crisis fuertes tanto a nivel personal, comunitario y pastoral, porque suponía rupturas para dejar nacer lo nuevo.

Las hermanas tienen que priorizar la vivencia del proyecto y les resta tiempo para colaborar en los trabajos de sectores que habían iniciado en la diócesis. Esto trae incomprensiones, críticas de aislamiento y de espiritualismo de parte de algunos miembros de la diócesis.

Las dos hermanas que estaban en Asunción compartían poco a poco la reflexión del proyecto que los de Santa María estaban gestando. Carlos de la Cruz comparte la experiencia de las comunidades cristianas desde una conversión personal y un seguimiento radical de Jesús que les va agarrando por dentro progresivamente.

En medio de esta realidad de luces y sombras, la comunidad Compañía de María toma la decisión de vivir el proyecto de comunidades cristianas todas juntas en Santa María de Fe. Esto supone el cierre de la casa de Asunción y comenzar un dialogo con las superioras que duró todo un año a través de cartas, visitas, llamadas, etc.

Hubo una cierta dificultad en entender lo que se les proponía, pero estuvieron abiertas a lo que el grupo veía; se impone la luz del Espíritu y las superioras aceptan.

Se reúnen en Asunción Mons. Villalba, Obispo de Misiones, la comunidad ODN con Silvia (la superiora general) y Carlos de la Cruz. Este comparte los cinco puntos fundamentales del proyecto. Se finaliza con una Eucaristía presidida por el Obispo en donde se realiza el envío de toda la comunidad a Santa María.

Segunda etapa: 1988-1991

Se inicia la vivencia del proyecto con los Ejercicios Espirituales como comunidad apostólica (Enero 1987) marcados por una experiencia de conversión personal en seguimiento de Jesús desde una fe radical.

La comunidad había hecho su opción por la fe radical, pero al intentar vivir lo que esto exigía: entrega incondicional al Señor, caminar en oscuridad (sin entender, sin controlar, sin poder dar sentido a este caminar desde nosotros), escucha del Espíritu, etc., comienza la lucha. Esto resultaba demasiado fuerte y exigente. Solamente había dos posibilidades: o dejarse arrastrar por lo viejo o reafirmar la opción por vivir la fe radical con todas sus exigencias.

Esta lucha lleva a algunos miembros de la comunidad a querer dejar el proyecto y volver atrás. Estas decisiones no se materializaron porque la experiencia de amor profundo de Dios y su misericordia con todos mantiene a la comunidad frente a la crisis, resistencias y oscuridades.

Se potencia la comunidad apostólica con nuevos miembros, hermanas profesas y un estudiante S.J. Comenzamos un período de inculturacion (un año) entre los campesinos, compartiendo la vida con ellos e intentando asimilar su cultura y su idioma. (l988)

Fue un tiempo de fortalecimiento de la C.A. con el compartir de las vivencia de fe, los procesos personales y los Ejercicios Espirituales comunitarios (febrero 89) En ellos se dio la gracia del llamado fuerte a la conversión y radicalidad en el seguimiento de Jesús como comunidad.

Llega el momento de transmitir lo que vivimos a diferentes niveles
► Diocesano
► Parroquial
► Interno de la comunidad

Nivel Diocesano: El Obispo y la diócesis invitan a la comunidad para acompañar el caminar pastoral de la diócesis aportando la vivencia de C.A. Durante tres años se llevó adelante mediante retiros, encuentros mensuales con los religiosos y sacerdotes. Como fruto de este acompañamiento, surge en algunas parroquias el deseo de vivir este proyecto de comunidades cristianas y piden un acompañamiento cercano para poder realizarlo. La C.A. inicia este acompañamiento diocesano en Pilar (Agosto 1988).

Nivel interno: Llegan nuevos miembros a la C.A. hermanas jóvenes y estudiantes S.J., que han sentido el llamado de Jesús para seguirle en radicalidad. (1989).

Se plantea una inquietud sobre como acompañar los procesos de formación. En un primer momento se hace un acomodo a la forma tradicional de la formación, pero la comunidad se dio cuenta que el proyecto de COMUNIDADES CRISTIANAS desde la propia vivencia era algo totalmente nuevo, que exigía una formación también diferente a la que tradicionalmente se acostumbraba: “No se puede echar vino nuevo en odres viejos…”.

Desde estas inquietudes, Carlos presenta el proyecto de formación de la C.A.: "Formación del seguidor radical de Jesús” sintetizado en cinco puntos. La comunidad lo acoge en principio, pero no asume el llevarlo a la vida; viene entonces la crisis de decaimiento, que se manifiesta con signos como escapismos, resistencias, apatía, falta de integración; y un preguntarse de vuelta: “¿Qué nos pasa...?”.

La C.A. se reúne por varios días en San Juan (30 de julio al 10 de agosto de 1989) para reflexionar, orar y evaluarse personal y comunitariamente. Se experimenta como CA un llamado muy fuerte a la santidad.

Dios se adueña de la comunidad y los planes propios fracasan. El conduce el caminar de la C.A. para esto se está acá y es lo que se quiere vivir como comunidad. Con estas inquietudes la C.A. reflexiona nuevamente durante nueve días en San Juan (septiembre de 1989) sobre su proyecto de formación para profundizarlo y ampliarlo. Sale el "Itinerario del seguidor de Jesús Liberador". De ahí surgen nuevas exigencias asumidas corresponsablemente.

En el caminar de la formación llega el momento de lo que oficialmente es la etapa de noviciado. Como estructura, no responde a las exigencias que ya se habían asumido y surge un cuestionamiento profundo que hace parar y poner a la C.A. a la escucha del Espíritu.

En la siguiente interiorización: San Juan, septiembre de 1990, en clima de discernimiento y oración, la C.A. descubre las estructuras y valores que se ajustan al proceso formativo.

La intuición central es que el contexto idóneo para vivir este proyecto es la misma Comunidad Apostólica. Se toma conciencia de ser una Comunidad Apostólica Formadora. CAF.

Nivel Parroquial

Hay tres momentos importantes:

1- Durante un tiempo largo de casi tres años de espera se vive un proceso de sensibilización a la gente hacia la formación de comunidades cristianas.

2- A finales de este tiempo hay un período al que se le denominó de "transición": paso de las reuniones en familia a las futuras comunidades cristianas.

3- Esto exige una nueva reestructuración de la Comunidad Apostólica en Comunidades
Apostólicas Zonales. Se percibe también una cierta madurez en la vivencia de fe en la C.A.

La C.A. experimenta un momento de gracia. Es ahora cuando irrumpe en ella la luz del Espíritu, mostrando que había llegado la hora del lanzamiento de las comunidades cristianas. Este momento fue acogido en consenso por la C.A. y nuestra gente, era el 30 de abril de 1989.

La C.A. en un intento de acompañar los procesos de crecimiento de jóvenes y niños de las comunidades, se adentra de nuevo en una reflexión para descubrir desde la Comunidad misma los procesos evolutivos, lo que facilita o dificulta el desarrollo armónico de una persona.

Nace un proyecto para acompañar a jóvenes y niños en las comunidades cristianas. El proyecto se llamó: “Educar en Valores" (abril de 1990).

Otros momentos en que la C.A. percibe la acción de Dios
► Primero y segundo aniversario del lanzamiento de las comunidades cristianas y las fiestas patronales donde se celebra la vivencia de fe de éstas.
► También como fruto del caminar en esta vivencia de la hermandad surgen en las comunidades cristianas diferentes servicios:

- Animadores de Liturgia
- Servidores de Salud
- Servidores de Tierra
- Animadores de jóvenes y niños
- Juntamente con los animadores de las comunidades cristianas que comenzaron su proceso durante el período de sensibilización hacia dichas comunidades.

Tercera etapa: Enero 1991

Se recogen los acontecimientos más recientes, los que se captan como un momento nuevo del Espíritu

Nivel interno: Llegada de tres hermanas jóvenes y otro estudiante jesuita a la CAF.

- Las cuatro hermanas jóvenes que ya estaban en la CAF viven la experiencia de los Ejercicios Espirituales de mes. Se une a este experiencia uno de los jóvenes jesuitas.
- Ordenación sacerdotal en un futuro inmediato de Carlos Benítez y Oscar Martín.
- La ausencia temporal de Carlos de la Cruz de la parroquia por motivo de la muerte de sus padres, es un momento que hace crecer a la CAF en corresponsabilidad e iniciativas.
- Surge de parte de nuestra CAF y de la CAF de San Francisco un cuestionamiento referente a la formación de los jóvenes de ambas comunidades: necesidad de una formación más sistemática que se ajuste a nuestros proyectos de CAF, al mismo tiempo los animadores de las comunidades cristianas piden una formación más sistemática, en relación con la capacitación para los servicios que las comunidades cristianas tienen como respuesta a las necesidades de las comunidades y su vivencia de la hermandad.

EE.EE de la CAF.

Nivel diocesano. El acompañamiento que la CAF venía haciendo a la diócesis de Misiones a través de retiros mensuales y jornadas de interiorización en su opción pastoral por las comunidades cristianas terminó. Algunas parroquias manifestaron rechazo a este proyecto pastoral que se le presentaba.

Otras parroquias que habían asumido este proyecto y estaban en la etapa de sensibilización pidieron continuar con el acompañamiento cercano que la CAF venía dando. En concreto:
Villa Florida.
Laureles.
Ciudad del Este.
Ayolas.
Ita Kora
San Juan de Ñe'embuku

La parroquia de San Miguel y la CAF de San Francisco piden un acompañamiento más cercano con una presencia prolongada y frecuente. Siguió también abierto al acompañamiento que nos pidió Paraguari en la Diócesis de Carepegua.

Surgió una petición de acompañamiento en el proceso de formación de comunidades cristianas de parte de Monseñor Zacarías Ortiz en Puerto Casado.


Nivel Parroquial:
► El retiro de 5 días de los animadores fue un momento de gracia que ayudó para crecer en la radicalidad del seguimiento de Jesús pobre y humillado.
► Se constata una necesidad de estructurar mejor los servicios de las comunidades cristianas.
► Surge la primera organización popular desde las comunidades cristianas: “El Taller de Hermandad" dedicado a la artesanía.
► Las comunidades cristianas piden retiro de un día para profundizar su seguimiento a Jesús.

De la lectura de la historia de fe de la CAF se desprenden las “Características vivenciales fundamentales de la CAF” a la luz de las cuales se interpreta el nuevo momento del Espíritu para el grupo.

“Características vivenciales fundamentales de la CAF”

1. Nuestra intencionalidad de vivir en seguimiento radical de Jesús en comunidad que conlleva una opción e inculturacion entre los pobres y un asumir el rechazo y humillación por la fidelidad a lo que el Espíritu nos muestra.

2. Llamado a la santidad como persona y como pueblo. Dios nos conduce como persona, como CAF y como comunidad cristiana. Somos pertenencia suya.

3. Iniciarnos y mantenernos en un proceso de conversión personal y comunitaria a la fe radical, teniendo los EE.EE. como centro de este proceso.

4. Vivimos la misión desde la fe radical.

5. Vivencia de la justicia y la hermandad en la CAF y su proyección en las comunidades cristianas.

6. La oscuridad que acompaña nuestro caminar: nuestro único apoyo es la fe en el Señor que es fiel y no nos abandona.

7. Vivimos en espíritu de discernimiento constante personal y comunitario asumiendo que Dios se muestra y nos da su luz cuando y como El quiere.

8. Nuestra misión es generar y transmitir vivencias en el Señor. Esto se realiza hacia dentro y hacia fuera de la CAF.

9. Formamos y acompañamos en su crecimiento a comunidades apostólicas multiplicadoras de su vivencia.

10. Creamos así maneras de vida religiosa más auténticas y abrimos caminos en la formación. Primero vivimos, después damos nombre a nuestras vivencias. Cuando se intenta dar nombre a una vivencia, se profundiza en ella y se abre un abanico de otras vivencias que requieren a su vez ser profundizadas.

11. Caminamos juntos con nuestros superiores.

12. La CAF es el contexto físico para formarnos en el seguimiento radical de Jesús.

13. Experimentamos admiración y gratitud al recordar las maravillas que Dios obra en nosotros, miembros de su pueblo santo.

Visión de futuro desde el Señor

Vemos a la luz de nuestras Características vivenciales fundamentales los últimos acontecimientos enumerados en la Tercera Etapa y sentimos en el Señor lo siguiente:

A nivel Parroquial: Ante los acontecimientos ocurridos a nivel parroquial sentimos que el Espíritu nos esta llevando a experimentar una semejanza entre nuestra CAF y las comunidades cristianas de la siguiente manera:

1. Unas exigencias en el seguimiento radical de Jesús cada vez más similares entre los animadores de las comunidades cristianas y nosotros. Ejemplos de estas semejanzas en las exigencias son:

► El seguimiento de Jesús pobre y humillado
► La vivencia de la justicia y la hermandad
► La transparencia
► La corresponsabilidad
► La fe radical

2. Una semejanza entre las concreciones de nuestra vivencia de hermandad en servicio a los demás y los servicios en las comunidades cristianas como fruto de su vivencia de fe; esto bien estructurado para así corresponder mejor al soplo del Espíritu.

3. Una semejanza en inquietudes y concreciones para que nuestra misión abarque las diversas dimensiones del hombre desde su vivencia de fe, por ejemplo su cultura y su trabajo. Signo de esto es el nacimiento de la primera organización popular desde las comunidades cristianas.

4. Una semejanza de inquietud entre nosotros y los animadores de las comunidades cristianas en cuanto a nuestro futuro acompañamiento más cercano, periódico e intenso a la parroquia de San Miguel y la CAF de San. Francisco.

5. Una necesidad compartida entre nosotros y los animadores de las comunidades cristianas de una formación vivencial más sistemática.

Todo esto nos lleva a sentir en el Espíritu que la CAF, las comunidades apostólicas de animadores de las comunidades cristianas y de una manera más incipiente las mismas comunidades cristianas vamos en camino de una mayor integración en esos 5 aspectos ya mencionados.

Nivel Diocesano:

Ante los acontecimientos surgidos a nivel diocesano sentimos que:

► El Espíritu nos lleva a potenciar nuestro acompañamiento a la parroquia de San Miguel y a la CAF de San Francisco. Esto lo acogemos como misión dada a nuestra CAF y llevada adelante junto con los animadores de las comunidades cristianas.

► Sentimos ahora que el Señor nos da la posibilidad de realizar esta nueva misión debido a:
- Aumento de los miembros de la CAF
- Mayor madurez de la CAF en la fe radical.
- Mayor madurez de los animadores de las comunidades cristianas en el seguimiento radical de Jesús.
- La ordenación sacerdotal de Oscar Martín y Carlos Benítez.

Nivel interno: Ante los acontecimientos surgidos a nivel interno sentimos en el Señor que:
► Es hora de sistematizar nuestra formación siendo coherentes con nuestro principio pedagógico de dar nombre a lo vivido sin adelantarnos al obrar del Espíritu en nosotros.
► Este sentir es compartido con nuestra CAF por la CAF de San Francisco y por los animadores y servidores de las comunidades cristianas.
► Según esto vemos la consolidación en un futuro inmediato de la Escuela de Formación.

En resumen:

Sentimos que el Espíritu en este momento nos impulsa por estos caminos:

- Mayor integración entre nuestra CAF, las C.A. de los animadores de las comunidades cristianas y las mismas comunidades cristianas.
- Potenciar nuestro acompañamiento a la parroquia de San Miguel y a la CAF de San Francisco.
- Sistematizar nuestra formación vivencial en lo que pensamos llamar Escuela de Formación.

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